sábado, 10 de octubre de 2015

Costa Rica
Sistema político

1. Antecedentes históricos

Después de conseguir su independencia, Costa Rica encontró la senda del orden y el progreso con menos dificultades que otros países centroamericanos: la formación del Estado nacional y las reformas liberales aseguraron el orden; la siembra y la exportación del café aportaron el progreso. A finales del siglo xix, los ferrocarriles y el plátano también llegaron en nombre del progreso, pero enseguida se hizo evidente el peligro que ambos entrañaban para la soberanía. En síntesis, la sociedad costarricense ligó su destino a una economía de monocultivo y agroexportadora, estrechamente vinculada al mercado mundial.


El cultivo del café significó un cambio en el sistema económico y social, y tanto la oligarquía como el resto de la población incrementaron sus recursos materiales en forma notable en torno a esa actividad. No se trató de que por primera vez en la historia del país surgiera una élite. Más bien, antiguas y nuevas fortunas se unieron alrededor de un proceso exportador que además de ofrecer ciertas comodidades representaba el tránsito hacia una agricultura comercial, hasta quedar consolidadas como un grupo diferenciado que se separaba cada vez más del agricultor promedio, aun cuando los patrones de distribución de la riqueza no hubieran cambiado drásticamente. Cierto es que para una rápida transición hacia el cultivo cafetalero era necesario determinado nivel previo de concentración de la riqueza, ya que las primeras ganancias se obtenían hasta después de transcurridos entre tres y cinco años de la siembra, y sólo quienes poseían algún excedente de fuerza de trabajo dentro de su propiedad o contaban con el capital necesario para pagar salarios podían aprovechar las nuevas ventajas que ofrecía el grano.



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En los últimos años del siglo XIX se registró una serie de reformas influidas por los conceptos liberales, que tuvieron repercusiones en los distintos campos de la vida nacional. Este proceso no se redujo a Costa Rica, sino que formó parte de un movimiento que se extendió por toda América Latina. Cada uno de los países del área, a partir de un modelo político de democracia constitucional importado de Europa y Estados Unidos, dio forma y especificidad, de acuerdo a su propia trayectoria histórica, al proceso conocido como Reforma Liberal, cuyo objetivo era modernizar las estructuras locales.

En Costa Rica el liberalismo se impuso sin la violencia que implicó su instauración en otras partes del continente, y si bien fue a partir de la década de los ochenta del siglo XIX cuando adquirió mayor fuerza, se pueden encontrar medidas de corte liberal en etapas anteriores, como por ejemplo, la abolición del diezmo, la subordinación del clero al poder estatal y la distribución gratuita de terrenos baldíos para dedicarlos a la producción agrícola.

“Los derechos humanos y el cambio climático”  

Costa Rica posee una antigua tradición democrática, pacifista y de respeto por los derechos humanos, pero también ha sido reconocida internacionalmente por sus acciones pioneras con respecto al medio ambiente. La estabilidad y madurez política alcanzada le ha permitido al país establecer entre sus prioridades una necesidad que en otras circunstancias le habría resultado secundaria: la conservación y uso sostenible de la naturaleza.  

Aunque geográficamente representa sólo un 0.01% de la superficie terrestre, Costa Rica alberga alrededor del 4% de la biodiversidad mundial, con un alto grado de endemismo.
Ha establecido un sistema de áreas protegidas que cubre actualmente el 26% de su superficie continental. Además posee 11 humedales de importancia internacional (sitios RAMSAR), 3 reservas de la biosfera y 3 sitios de patrimonio mundial.
Por estas razones, Costa Rica ha logrado establecer una imagen de destino turístico con un alto posicionamiento en el mercado internacional basado en sus áreas protegidas, su biodiversidad y su belleza escénica.  

Ante el cambio de uso de suelo para actividades agropecuarias y la tala de árboles para fines comerciales – las principales causas históricas de la deforestación en el país – se establecieron además, mediante ley, medidas de protección fuera de las áreas protegidas estatales, tales como la prohibición del cambio de uso del suelo forestal y el sometimiento obligatorio a un plan de manejo para el aprovechamiento del bosque.  

Otro logro ambiental de importancia alcanzado por Costa Rica, ha sido basar su crecimiento económico en un desarrollo eléctrico limpio. En los años 1950, con el
Instituto Costarricense de Electricidad como actor principal, Costa Rica desarrolló una estrategia fundada en la producción hidroeléctrica. A ésta se sumaron posteriormente la energía eólica y geotérmica, lo que significó que, al menos en las dos últimas décadas, el consumo eléctrico del país ha estado sustentado, en más de un 95%, en fuentes de energía limpias.

En el campo jurídico, con la modificación a la Constitución Política en 1994, el derecho de todo ciudadano a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado fue elevado a rango constitucional. Además, Costa Rica ha firmado y ratificado los más relevantes instrumentos internacionales y regionales en materia ambiental, y ha promulgado toda una serie de leyes y reglamentos para darle contenido al precepto constitucional.

         

En el campo internacional, Costa Rica tuvo una participación activa en los esfuerzos pioneros por establecer un mecanismo financiero para contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, impulsado los Certificados Transferibles de
Compensación de Emisiones (CTO’s) que posteriormente, dentro del marco del
Mecanismo de Desarrollo Limpio de la Convención de Cambio Climático, han servido de fuente inspiradora para el desarrollo de los Certificados de Reducción de Emisiones (CER’s).

Desde las fases tempranas de la Convención de Cambio Climático, Costa Rica ha sido impulsor de la protección de los bosques naturales como reservorios de carbono. Este esfuerzo ha sido retomado en el marco de la “Coalición de Países con Bosques
Tropicales”, donde Costa Rica lidera, conjuntamente con otros países, un esfuerzo político para potenciar, dentro de la Convención de Cambio Climático, la contribución de los bosques y su conservación al balance global de emisiones de gases de efecto invernadero, mediante acciones para reducir la deforestación y degradación de los mismos.

El país ha participado activamente en el “Proceso de Marrakech” sobre producción y consumo sostenible, que busca establecer un marco de políticas para fomentar prácticas más amigables con el ambiente en los procesos productivos y en los hábitos de consumo de la población mundial, con el fin de contribuir al logro de los objetivos globales de desarrollo sostenible.

                                                  

             
Como parte de la nueva Iniciativa Presidencial Paz con la Naturaleza, el 6 de julio de 2007 el Presidente Oscar Arias anunció el compromiso voluntario de Costa Rica de ser el primer país en desarrollo en ser carbono neutral para el 2021, cuando se conmemore los 200 años de Independencia. La Iniciativa de Paz de la Naturaleza hace honor al enfoque ético que Costa Rica ha tenido hacia el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Se trata de un mandato claro para mitigar y adaptarse a lo inevitable a nivel nacional, mientras que proporciona el liderazgo internacional para la adopción de una respuesta seria y mundial a la crisis ambiental.

En el plano internacional, Costa Rica está haciendo esfuerzos para lograr la participación de otros países en la Red de Países Carbono Neutral que están dispuestos a asumir compromisos adicionales para atender las necesidades del clima. 

 Costa Rica es un país defensor de los derechos humanos de todas las personas, sin distinción de edad, género, etnia o religión, y realiza acciones internas y externas tendientes a la promoción y protección de estos derechos. Existen poblaciones que son más vulnerables a los efectos dañinos de un fenómeno como el cambio climático, como lo son los niños, las mujeres, los migrantes, los refugiados y los desplazados internos.


La atención a estas poblaciones es materia prioritaria para el Estado costarricense, y la mitigación de los efectos negativos del cambio climático, tanto en el medio ambiente como en la vida de estas poblaciones es una prioridad nacional.

Ahora bien, es claro que las consecuencias del cambio climático, así como de cualquier otro fenómeno ambiental, no se circunscriben a las fronteras nacionales, razón por la cual, Costa Rica participa activamente en los foros internacionales que buscan soluciones integrales a los problemas ambientales y de derechos humanos.  



En el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, se destaca que “El ambiente es patrimonio de todos los habitantes y el disfrute de su calidad, una garantía constitucional.”
 Sin embargo, también señala que la política ambiental del país debe
“tener como fin último el desarrollo humano, esto es el crecimiento de las opciones para las personas.”

La Iniciativa Presidencial “Paz con la Naturaleza” parte de la premisa que no todos los países tienen las mismas condiciones para hacerle frente al cambio climático debido a las limitaciones financieras y tecnológicas. Desde esta perspectiva la Iniciativa señala la importancia de que los países en vías de desarrollo no asuman solos esta responsabilidad, ya que ello implicaría descuidar otras áreas que también son prioritarias para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los objetivos nacionales y globales de desarrollo humano, como la salud, la educación y los programas sociales. 

¿De qué forma el sistema político de Costa Rica al establecer relaciones impacta en la organización Despertar del Río Bec? 

Costa Rica cuenta con condiciones favorables para lograr un mayor desarrollo humano, y a su vez presenta desafíos y oportunidades que pueden ser abordados.

El país tiene una trayectoria de estabilidad política y económica que facilita la proyección a futuro, además de poseer servicios públicos dignos en las áreas de salud y educación, fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad.

Las principales inquietudes de quienes desean el avance del país se refieren al incremento progresivo de la brecha social, la gestión sostenible de la naturaleza, la integración responsable y participativa de la sociedad civil en los asuntos que le atañen, disposición a la concertación social sobre los asuntos clave de interés común y al mejoramiento de la capacidad de respuesta institucional.

Por eso, teniendo en cuenta este contexto, La organización Despertar del Río Bec (DRB), en conjunto con organizaciones en Costa Rica se propone contribuir al avance de los acuerdos entre diversos sectores sociales, de manera que se fortalezca la cultura de la responsabilidad social compartida.

DRB se ha propuesto desempeñar el papel de facilitador de algunas dinámicas de trabajo conjunto, enfocándose en aquellas acciones, iniciativas y proyectos que estén vinculados con las oportunidades de impacto a nivel social.

                              

¿Por qué es importante tomar en cuenta el sistema político internacional y el sistema político de Costa Rica para tomar la decisión de establecer relaciones (comerciales, culturales, etc.) a través de la organización DRB?

Se analizó la capacidad que tiene el Estado para planificar y promover el desarrollo además de su entorno económico. En este país las políticas económicas y sociales se reducen a procesos de ajuste y gestión a muy corto plazo.

De tal forma que las iniciativas gubernamentales, han promovido un Estado Social de Derecho, que si bien es cierto ha tenido que focalizar algunos de sus servicios, principalmente los de carácter asistencial, intenta mediante las políticas públicas de solidaridad, garantizar el acceso universal a la salud y educación y es ahí donde a través del análisis institucional se puede hacer un intercambio entre organizaciones que fortalezcan el intercambio cultural, ambiental, de salud, etc. 

 
  

martes, 8 de septiembre de 2015



Intercambio cultural

La organización Despertar del Río Bec, A.C. optaría por un intercambio cultural con el país centroamericano Costa Rica y analizamos que el aprendizaje intercultural es un proceso que significa una concientización más profunda de la visión, relaciones, comportamientos y normas de esa cultura.

El aprendizaje que trae consigo la experiencia intercultural, implica crecimiento y cambios en distintos planos: en lo organizacional, en las relaciones interpersonales, en el conocimiento intercultural y, finalmente, en el plano global o de conciencia frente a asuntos mundiales.


Toda A.C. nace como una respuesta a una necesidad y en Costa Rica las ONGs (A.C. en México)  tomaron auge a partir de los años setenta. Lo anterior debido a que en Costa Rica, a diferencia de algunos países latinoamericanos, el gobierno había asumido desde los años cincuenta hasta la década de los setenta un rol preponderante en la realización de actividades y en la inversión de recursos para el bienestar social.

Al ir en disminución los servicios ofrecidos par parte del Estado hacia las clases menos favorecidas aunado a la crisis socio ambiental originada par la progresiva destrucción de los recursos naturales motivó en gran medida el surgimiento de las ONGs. (A.C.)

En preparación para el intercambio cultural y de aprendizaje organizativo, nos dimos a la tarea de analizar el país objeto de nuestro intercambio, desde lo socio económico y político.

A continuación agregamos parte de esta investigación:


COSTA RICA


Costa Rica, denominada oficialmente República de Costa Rica, es un país, que forma parte de la región central de América (América Central),  cuenta con un territorio montañoso de unos 51000 Km cuadrados de extensión. Es un país de tradición Democrática y no cuenta con ejército desde 1949.







Costa Rica es una de las democracias más consolidadas de América. Ganó reconocimiento mundial por abolir el ejército el 1 de diciembre de 1948, abolición que fue perpetuada en la Constitución Política de 1949.

 Costa Rica ocupa el quinto lugar a nivel mundial en la clasificación del índice de desempeño ambiental de 2012 y el primer lugar entre los países del continente americano. En la clasificación del índice de competitividad turística de 2011 Costa Rica se ubicó en el lugar 44 a nivel mundial y en segundo a nivel latinoamericano, superado solo por México.

Costa Rica es catalogado en 2011 como el país con mayor libertad de prensa de América Latina y el número 19 a nivel mundial, según el ranking realizado por Reporteros sin Fronteras. De acuerdo al Índice de la Paz Global 2012 Costa Rica está en el tercer lugar entre los países más seguros de América Latina, superado solo por Chile y Uruguay, respectivamente y en primer lugar según el ranking de Seguridad de América Latina de Latinvex.

Su índice de desarrollo humano de 2013 es el séptimo mejor de Latinoamérica y el segundo en América Central. Para 2010, según el Índice de Desigualdad de Género Costa Rica es el país más igualitario de América Latina. En 2010 el PNUD destacó que Costa Rica está entre los pocos países que han alcanzado un desarrollo humano mucho más alto que otros países de su mismo nivel de ingreso.


SISTEMA POLÍTICO:

Costa Rica tiene un sistema de gobierno democrático y republicano.

El Presidente y dos Vicepresidentes son electos directamente por medio del voto universal y secreto por un período de cuatro años. Pueden ser reelegidos sólo por un período más. El Vicepresidente puede ser candidato a Presidente después de pasar cuatro años fuera de su cargo. 

El Poder Legislativo lo ejerce el Congreso de la República. El órgano está compuesto por 57 diputados electos de manera directa mediante el sufragio universal y secreto, por el sistema de distritos electorales y lista nacional. Los legisladores también juran por un período de cuatro (4) años. Cada provincia del país constituye un distrito electoral.

Estructura Socio económica:

La economía de Costa Rica es la 11° más grande en América Latina
La economía estable de Costa Rica radica básicamente en el turismo, la agricultura y la exportación de equipos electrónicos y los servicios. El país redujo significativamente la pobreza durante 1950 y 1980 gracias a un fuerte impulso por parte del Estado a los procesos productivos para el mercado interno, así como al desarrollo de una fuerte inversión social en educación, salud, electricidad, telecomunicaciones y provisión de servicios de agua; entre otros.

La llegada al poder de Rafael Ángel Calderón Guardia en 1940 dio paso a la conformación de una nueva estructura socioeconómica, que pese a estar basada en el modelo primario-exportador, incorporó un nuevo tipo de Estado, el socio liberal, caracterizado por una gran intervención en lo social y un liberalismo en lo económico.
           
Un nuevo cambio estructural se produjo tras la Guerra Civil de 1948, cuando el Estado comenzó a intervenir en la economía de forma decidida y se fomentó una agricultura de exportación más diversificada. Sin embargo, este reajuste fue insuficiente y la nueva élite política del país impulsó un nuevo cambio estructural basado en el fomento de la industrialización por sustitución de importaciones, completado con un permanente apoyo al sector exportador; al mismo tiempo el Estado intervencionista se iba consolidando.

Surgió de esta forma el modelo histórico estructural primario-exportador doméstico-industrial, basado en la producción de bienes de consumo destinados al mercado interno o al Mercado Común Centroamericano, y en el desarrollo del sector exportador de productos primarios que permitía financiar las importaciones de bienes de capital e intermedios para la producción de bienes de consumo.

Este modelo sufrió un reajuste hacia principios de la década de 1970, cuando el Estado decidió aumentar su participación en la economía, dedicándose también a actividades productivas para evitar que éstas cayesen en manos de las empresas transnacionales; había surgido el Estado empresario y se habían introducido en la estructura económica del sistema algunos de los elementos que determinarían la crisis del modelo primario-exportador doméstico-industrial y propiciarían un nuevo cambio estructural a mediados de la década de 1980.

La crisis puso de manifiesto las limitaciones del modelo de desarrollo de industrialización por sustitución de importaciones y desestabilizó la estructura socioeconómica que dicha estrategia había conseguido crear en el país. El citado modelo, que forma parte de la teoría estructuralista del desarrollo, arrancaba del supuesto de que el subdesarrollo está directamente vinculado a la especialización productiva primaria de los países pobres y que el libre comercio internacional no hace sino perpetuar una estructura socioeconómica dependiente y subdesarrollada.

La recomendación de los estructuralistas para enfrentar este problema y generar un cambio estructural, fue una política de desarrollo consistente en sustituir las importaciones de productos industriales por manufacturas de producción nacional. Este proceso de sustitución trajo consigo la necesidad de proteger dicha producción nacional de la competencia de otros países; para ello se crearon una serie de barreras proteccionistas y medidas de apoyo a la citada producción sustitutiva. Todo ello obligó al Estado a intervenir activamente en la economía, creando un gran número de regulaciones, e incluso a asumir el papel de empresario, cuando la iniciativa privada no era capaz de desarrollar el aparato productivo de estos países y no se deseaba acudir a la inversión extranjera. Debido a ello, el Estado tuvo que hacer frente a un considerable y creciente gasto público, procedente tanto de la administración pública como del sector público empresarial.
            
Ante la imposibilidad de cubrir dichos gastos con los ingresos fiscales se recurrió al endeudamiento externo. En los años setenta los tipos de interés internacionales eran muy bajos y el dólar se encontraba devaluado, por lo que el endeudamiento no constituyó mayor problema; sin embargo, cuando a comienzos de los ochenta aumentaron tanto los tipos de interés como la cotización del dólar, la situación cambió, sobrevino la crisis de la deuda y las estructuras socioeconómicas de los países que habían seguido este modelo de desarrollo vivieron un periodo de fuerte inestabilidad.

El pago del servicio de la deuda exigía un gran volumen de divisas por parte de los países que habían implementado la industrialización por sustitución de importaciones y eso era algo que el modelo difícilmente podía generar; la protección había originado un sesgo anti exportador y la producción nacional no era competitiva fuera de los mercados protegidos. Además, las pocas divisas que obtenían las economías eran destinadas a las importaciones de bienes intermedios y de capital, necesarios para generar la producción sustitutiva, que era esencialmente de bienes de consumo.
            
La crisis afectó a todos los países que habían seguido las recomendaciones estructuralistas, Costa Rica, en eso, no fue una excepción, es más, fue el primer país latinoamericano, antes incluso que México, en declarar la moratoria en el pago de la deuda, en 1981.
            
A partir de aquí el comportamiento político y económico de Costa Rica ha sido algo diferente al de sus vecinos latinoamericanos, podría decirse que pionero, junto a Chile. Costa Rica, rápidamente, tras un cambio de gobierno, inicia un proceso de apertura y firma una serie de acuerdos de estabilización y de ajuste estructural con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y los Estados Unidos, los cuales les permitieron acceder a un importante volumen de ayuda al desarrollo. Estas entidades consiguieron influir decisivamente para que en el país se implementara un nuevo modelo de desarrollo.

Costa Rica había optado, casi inevitablemente, por un nuevo modelo de desarrollo basado en la promoción de exportaciones no tradicionales. Dicha estrategia de desarrollo se incardina dentro de la teoría neoliberal del desarrollo que preconiza la liberalización externa e interna de la economía. Según los autores neoliberales para que las economías subdesarrolladas puedan desarrollarse han de generar un proceso de crecimiento sostenido, que sólo puede alcanzarse aprovechando las oportunidades que ofrece el mercado mundial en el contexto de la globalización; para ello es necesario que los productos que dichas economías generan sean competitivos y esto no puede lograrse bajo un sistema comercial proteccionista. El resultado de todo esto es que las economías subdesarrolladas deben desmontar sus sistemas de protección para permitir que la competencia externa active un proceso de cambio estructural; proceso que requerirá también una importante reforma del Estado, que liberalice la economía y que permita al mercado realizar su función de asignar eficientemente los recursos para que la producción sea competitiva.

Costa Rica inició su proceso de apertura comercial con gran celeridad y lo concluyó en plazo razonable; sin embargo, la liberalización interna de la economía fue más tímida, más lenta e incluso puede considerarse inacabada, y es ésta una de las causas de los elevados déficit fiscales que ha soportado Costa Rica en los últimos años y que ponen en cuestión la sostenibilidad de su crecimiento económico.

De la implementación de estas medidas reformistas se derivó un cambio sustancial en la estructura socioeconómica de Costa Rica, de forma que sus elementos y sobre todo sus interrelaciones (leyes estructurales) son, a finales de los noventa, muy diferentes de los existentes a finales de los setenta.

"Es crucial recordar el desafío que representa trabajar en una nación distinta con una cultura distinta"