Intercambio
cultural
La
organización Despertar del Río Bec, A.C. optaría por un intercambio cultural
con el país centroamericano Costa Rica y analizamos que el aprendizaje
intercultural es un proceso que significa una concientización más profunda de
la visión, relaciones, comportamientos y normas de esa cultura.
El
aprendizaje que trae consigo la experiencia intercultural, implica crecimiento
y cambios en distintos planos: en lo organizacional, en las relaciones
interpersonales, en el conocimiento intercultural y, finalmente, en el plano
global o de conciencia frente a asuntos mundiales.
Toda
A.C. nace como una respuesta a una necesidad y en Costa Rica las ONGs (A.C. en México)
tomaron auge a partir de los años
setenta. Lo anterior debido a que en Costa Rica, a diferencia de algunos países
latinoamericanos, el gobierno había asumido desde los años cincuenta hasta la década
de los setenta un rol preponderante en la realización de actividades y en la inversión
de recursos para el bienestar social.
Al
ir en disminución los servicios ofrecidos par parte del Estado hacia las clases
menos favorecidas aunado a la crisis socio ambiental originada par la progresiva
destrucción de los recursos naturales motivó en gran medida el surgimiento de
las ONGs. (A.C.)
En
preparación para el intercambio cultural y de aprendizaje organizativo, nos
dimos a la tarea de analizar el país objeto de nuestro intercambio, desde lo socio económico y político.
A
continuación agregamos parte de esta investigación:
COSTA RICA
Costa
Rica, denominada
oficialmente República de Costa Rica, es un país, que forma parte de la región
central de América (América Central),
cuenta con un territorio montañoso de unos 51000 Km cuadrados de extensión.
Es un país de tradición Democrática y no cuenta con ejército desde 1949.
Costa
Rica es una de las democracias más consolidadas de América. Ganó reconocimiento
mundial por abolir el ejército el 1 de diciembre de 1948, abolición que fue
perpetuada en la Constitución Política de 1949.
Costa
Rica es catalogado en 2011 como el país con mayor libertad de prensa de América
Latina y el número 19 a nivel mundial, según el ranking realizado por
Reporteros sin Fronteras. De acuerdo al Índice de la Paz Global 2012 Costa
Rica está en el tercer lugar entre los países más seguros de América Latina,
superado solo por Chile y Uruguay, respectivamente y en primer lugar según el ranking de Seguridad de América Latina de Latinvex.
Su
índice de desarrollo humano de 2013 es el séptimo mejor de Latinoamérica y el
segundo en América Central. Para 2010, según el Índice de Desigualdad de
Género Costa Rica es el país más igualitario de América Latina. En 2010 el
PNUD destacó que Costa Rica está entre los pocos países que han alcanzado un
desarrollo humano mucho más alto que otros países de su mismo nivel de ingreso.
Ante la imposibilidad de cubrir dichos gastos con los ingresos fiscales se recurrió al endeudamiento externo. En los años setenta los tipos de interés internacionales eran muy bajos y el dólar se encontraba devaluado, por lo que el endeudamiento no constituyó mayor problema; sin embargo, cuando a comienzos de los ochenta aumentaron tanto los tipos de interés como la cotización del dólar, la situación cambió, sobrevino la crisis de la deuda y las estructuras socioeconómicas de los países que habían seguido este modelo de desarrollo vivieron un periodo de fuerte inestabilidad.
La crisis afectó a todos los países que habían seguido las recomendaciones estructuralistas, Costa Rica, en eso, no fue una excepción, es más, fue el primer país latinoamericano, antes incluso que México, en declarar la moratoria en el pago de la deuda, en 1981.
A partir de aquí el comportamiento político y económico de Costa Rica ha sido algo diferente al de sus vecinos latinoamericanos, podría decirse que pionero, junto a Chile. Costa Rica, rápidamente, tras un cambio de gobierno, inicia un proceso de apertura y firma una serie de acuerdos de estabilización y de ajuste estructural con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y los Estados Unidos, los cuales les permitieron acceder a un importante volumen de ayuda al desarrollo. Estas entidades consiguieron influir decisivamente para que en el país se implementara un nuevo modelo de desarrollo.
SISTEMA POLÍTICO:
Costa
Rica tiene un sistema de gobierno democrático y republicano.
El
Presidente y dos Vicepresidentes son electos directamente por medio del voto
universal y secreto por un período de cuatro años. Pueden ser reelegidos sólo
por un período más. El Vicepresidente puede ser candidato a Presidente después
de pasar cuatro años fuera de su cargo.
El
Poder Legislativo lo ejerce el Congreso de la República. El órgano
está compuesto por 57 diputados electos de manera directa mediante el sufragio
universal y secreto, por el sistema de distritos electorales y lista nacional.
Los legisladores también juran por un período de cuatro (4) años. Cada
provincia del país constituye un distrito electoral.
Estructura Socio económica:
La
economía de Costa Rica es la 11° más grande en América Latina
La
economía estable de Costa Rica radica básicamente en el turismo, la agricultura
y la exportación de equipos electrónicos y los servicios. El país redujo
significativamente la pobreza durante 1950 y 1980 gracias a un fuerte impulso
por parte del Estado a los procesos productivos para el mercado interno, así
como al desarrollo de una fuerte inversión social en educación, salud,
electricidad, telecomunicaciones y provisión de servicios de agua; entre otros.
La
llegada al poder de Rafael Ángel Calderón Guardia en 1940 dio paso a la
conformación de una nueva estructura socioeconómica, que pese a estar basada en
el modelo primario-exportador, incorporó un nuevo tipo de Estado, el socio liberal, caracterizado por una gran intervención en lo social y un
liberalismo en lo económico.
Un
nuevo cambio estructural se produjo tras la Guerra Civil de 1948, cuando el
Estado comenzó a intervenir en la economía de forma decidida y se fomentó una
agricultura de exportación más diversificada. Sin embargo, este reajuste fue
insuficiente y la nueva élite política del país impulsó un nuevo cambio
estructural basado en el fomento de la industrialización por sustitución de
importaciones, completado con un permanente apoyo al sector exportador; al
mismo tiempo el Estado intervencionista se iba consolidando.
Surgió
de esta forma el modelo histórico estructural primario-exportador
doméstico-industrial, basado en la producción de bienes de consumo destinados
al mercado interno o al Mercado Común Centroamericano, y en el desarrollo del
sector exportador de productos primarios que permitía financiar las
importaciones de bienes de capital e intermedios para la producción de bienes
de consumo.
Este
modelo sufrió un reajuste hacia principios de la década de 1970, cuando el
Estado decidió aumentar su participación en la economía, dedicándose también a
actividades productivas para evitar que éstas cayesen en manos de las empresas
transnacionales; había surgido el Estado empresario y se habían introducido en
la estructura económica del sistema algunos de los elementos que determinarían
la crisis del modelo primario-exportador doméstico-industrial y propiciarían un
nuevo cambio estructural a mediados de la década de 1980.
La
crisis puso de manifiesto las limitaciones del modelo de desarrollo de
industrialización por sustitución de importaciones y desestabilizó la
estructura socioeconómica que dicha estrategia había conseguido crear en el
país. El citado modelo, que forma parte de la teoría estructuralista del
desarrollo, arrancaba del supuesto de que el subdesarrollo está directamente
vinculado a la especialización productiva primaria de los países pobres y que
el libre comercio internacional no hace sino perpetuar una estructura
socioeconómica dependiente y subdesarrollada.
La
recomendación de los estructuralistas para enfrentar este problema y generar un
cambio estructural, fue una política de desarrollo consistente en sustituir las
importaciones de productos industriales por manufacturas de producción
nacional. Este proceso de sustitución trajo consigo la necesidad de proteger
dicha producción nacional de la competencia de otros países; para ello se
crearon una serie de barreras proteccionistas y medidas de apoyo a la citada
producción sustitutiva. Todo ello obligó al Estado a intervenir activamente en
la economía, creando un gran número de regulaciones, e incluso a asumir el
papel de empresario, cuando la iniciativa privada no era capaz de desarrollar
el aparato productivo de estos países y no se deseaba acudir a la inversión
extranjera. Debido a ello, el Estado tuvo que hacer frente a un considerable y
creciente gasto público, procedente tanto de la administración pública como del
sector público empresarial.
Ante la imposibilidad de cubrir dichos gastos con los ingresos fiscales se recurrió al endeudamiento externo. En los años setenta los tipos de interés internacionales eran muy bajos y el dólar se encontraba devaluado, por lo que el endeudamiento no constituyó mayor problema; sin embargo, cuando a comienzos de los ochenta aumentaron tanto los tipos de interés como la cotización del dólar, la situación cambió, sobrevino la crisis de la deuda y las estructuras socioeconómicas de los países que habían seguido este modelo de desarrollo vivieron un periodo de fuerte inestabilidad.
El
pago del servicio de la deuda exigía un gran volumen de divisas por parte de
los países que habían implementado la industrialización por sustitución de
importaciones y eso era algo que el modelo difícilmente podía generar; la
protección había originado un sesgo anti exportador y la producción nacional no
era competitiva fuera de los mercados protegidos. Además, las pocas divisas que
obtenían las economías eran destinadas a las importaciones de bienes
intermedios y de capital, necesarios para generar la producción sustitutiva,
que era esencialmente de bienes de consumo.
La crisis afectó a todos los países que habían seguido las recomendaciones estructuralistas, Costa Rica, en eso, no fue una excepción, es más, fue el primer país latinoamericano, antes incluso que México, en declarar la moratoria en el pago de la deuda, en 1981.
A partir de aquí el comportamiento político y económico de Costa Rica ha sido algo diferente al de sus vecinos latinoamericanos, podría decirse que pionero, junto a Chile. Costa Rica, rápidamente, tras un cambio de gobierno, inicia un proceso de apertura y firma una serie de acuerdos de estabilización y de ajuste estructural con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y los Estados Unidos, los cuales les permitieron acceder a un importante volumen de ayuda al desarrollo. Estas entidades consiguieron influir decisivamente para que en el país se implementara un nuevo modelo de desarrollo.
Costa
Rica había optado, casi inevitablemente, por un nuevo modelo de desarrollo
basado en la promoción de exportaciones no tradicionales. Dicha estrategia de
desarrollo se incardina dentro de la teoría neoliberal del desarrollo que
preconiza la liberalización externa e interna de la economía. Según los autores
neoliberales para que las economías subdesarrolladas puedan desarrollarse han
de generar un proceso de crecimiento sostenido, que sólo puede alcanzarse
aprovechando las oportunidades que ofrece el mercado mundial en el contexto de
la globalización; para ello es necesario que los productos que dichas economías
generan sean competitivos y esto no puede lograrse bajo un sistema comercial
proteccionista. El resultado de todo esto es que las economías subdesarrolladas
deben desmontar sus sistemas de protección para permitir que la competencia
externa active un proceso de cambio estructural; proceso que requerirá también
una importante reforma del Estado, que liberalice la economía y que permita al
mercado realizar su función de asignar eficientemente los recursos para que la
producción sea competitiva.
Costa
Rica inició su proceso de apertura comercial con gran celeridad y lo concluyó
en plazo razonable; sin embargo, la liberalización interna de la economía fue
más tímida, más lenta e incluso puede considerarse inacabada, y es ésta una de
las causas de los elevados déficit fiscales que ha soportado Costa Rica en los
últimos años y que ponen en cuestión la sostenibilidad de su crecimiento
económico.
De
la implementación de estas medidas reformistas se derivó un cambio sustancial
en la estructura socioeconómica de Costa Rica, de forma que sus elementos y
sobre todo sus interrelaciones (leyes estructurales) son, a finales de los
noventa, muy diferentes de los existentes a finales de los setenta.
"Es crucial recordar el desafío que representa trabajar en una nación distinta con una cultura distinta"
"Es crucial recordar el desafío que representa trabajar en una nación distinta con una cultura distinta"
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